Programa de salud

La investigación en salud pública ha señalado que las iniciativas de promoción de la salud deben empezar en la infancia para conseguir un cambio de comportamiento duradero y eficaz y que las intervenciones escolares son las más efectivas.

Con una visión global de promoción integral de la salud, tenemos la voluntad de incidir en cuatro componentes básicos interrelacionados: la adquisición de hábitos de alimentación saludable, el desarrollo de actividad física, el conocimiento del cuerpo y la gestión emocional como a factor de protección frente a las adicciones.

Pretendemos proveer a nuestro alumnado con las habilidades y valores necesarios que les permitan actuar positivamente en relación con su propia salud durante toda la vida.

Ponemos a los alumnos en el centro de la intervención, ofrecemos actividades para el aula y para las familias, así como formación para el profesorado y propuestas para el fomento de un ambiente escolar saludable. Las actividades de aula se desarrollan a través de metodologías globalizadoras.

Los contenidos y actividades se adaptan al currículum de cada nivel educativo, a la legislación educativa y al nivel cognitivo de los niños.

Alimentación Saludable

Ha quedado ampliamente demostrado que la obesidad y otras patologías relacionadas como la diabetes o la hipertensión son los principales factores de riesgo cardiovascular. En numerosas ocasiones estas patologías son causadas por la carencia de actividad física o una alimentación inadecuada. Ambos aspectos son hábitos de vida modificables que, si se mejoran, pueden detener el aumento de la prevalencia de la enfermedad cardiovascular observada a nivel internacional en las últimas décadas.

Dado que las enfermedades cardiovasculares a menudo tienen su origen en la infancia, consideramos primordial implementar programas escolares destinados a promocionar la salud cardiovascular desde edades tempranas.

Por otra parte, la evidencia científica apoya la eficacia de las intervenciones escolares como el mejor vehículo para llegar a los niños y niñas y su entorno más inmediato, especialmente cuando cuentan con una evaluación sólida, como es el caso del Programa Salvar vidas.

Conocimiento del cuerpo

Una adecuada alimentación durante la infancia y la adolescencia es un factor determinante de la salud en la etapa adulta. Alimentarse bien contribuye a garantizar una vida con energía, vitalidad, belleza, inteligencia y alegría.
Es muy importante que los niños y niñas tengan una alimentación saludable entendida como suficiente, equilibrada, variada y satisfactoria y que por tanto coman de todo y variado.

En nuestras escuelas los menús están pensados ​​dietéticamente y en función de la temporada y se realizan análisis periódicos, tanto de los alimentos como de los manipuladores.

Ofrecemos un menú general, un menú de dieta para aquellos alumnos que lo necesitan puntualmente, un menú para celíacos y un menú adaptado para las alergias.

De forma puntual, se puede utilizar el Servicio de Comedor, adquiriendo un ticket en Secretaría.

El Servicio de cocina tiene un espacio en la intranet donde vamos publicando el menú.

Deporte

Gestión emocional

Trabajamos el conocimiento y la conciencia de uno mismo por un desarrollo personal completo. Es muy importante conocer nuestras propias emociones y cómo nos afectan, cuáles son nuestras virtudes y nuestros puntos débiles y la forma en que nuestro estado de ánimo influye en nuestro comportamiento.

Desarrollamos, en el marco de la acción tutorial, medidas y estrategias para educar emocionalmente al alumnado. Proponemos un plan de intervención educativa que establece una vinculación positiva entre el tutor y el alumno como base de mejora de los aprendizajes y de la convivencia. Se explican dos tipos de tutoría, la tutoría grupal y la tutoría individual. En la tutoría grupal se planifican dinámicas de grupo para practicar la empatía entre los alumnos y potenciar una conducta asertiva y potenciar los cargos de responsabilidad.

Entre las tareas del tutor individual se incide en la necesidad de promover una relación interpersonal con sus alumnos para establecer un clima de confianza y comunicación.

Se realizan actividades para que el alumnado se responsabilice al alumnado de su aprendizaje, desarrolle la conciencia emocional (percibir emociones y sentimientos, identificarlos, poner nombre, expresarlos, etc.) y gestione y regule sus emociones (prever estados emocionales negativos, generar emociones positivas, autocontrolarse, etc.) y desarrolle su autoestima y capacidad de resiliencia.

Trabajar el contenido de cuentos y dilemas morales con la metodología reflexiva. Promover actividades curriculares que permitan expresar y argumentar opiniones, pensamientos, emociones y vivencias.

Realizar acciones de Servicio Comunitario como un instrumento para desarrollar la competencia social y el compromiso cívico.

Trabajar los elementos básicos de buena comunicación (escucha y respeto al turno de palabra, agradecimientos, disculpas, saludos, etc.).

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